Cuenca ha acogido durante tres días un nuevo Campeonato Intercajas, competición que conoció tiempos mejores y que en la actualidad ha notado el azote de la crisis. Hasta Cuenca se desplazaron 33 ajedrecistas repartidos en 5 equipos que han podido, además de jugar al ajedrez, disfrutar de una ciudad distinta al resto por su situación en un enclave sorprendente y el bello entorno natural que la rodea; Cuenca parece levantada desafiando peligrosamente a la gravedad, algo que sorprende a todo el que la visita.

El campeonato comenzó con gran entusiasmo, las fuerzas estaban intactas y todos los participantes decidieron luchar a brazo partido durante la primera ronda. Las partidas se alargaron tanto que todas llegaron a apuros de tiempo, por lo que hubo mucha tensión en varias de ellas debido al incremento de tiempo en cada jugada, lo que puede alargar el juego durante muchos movimientos. Destacable fue la victoria de CCM sobre UNNIM Empleats por 4-2, resultado que no entraba dentro de los cálculos iniciales, al menos si se tiene en cuenta la opinión de alguno de los participantes.

UNNIM - CCM, tableros 1 y 2. Primera ronda

El sobreesfuerzo inicial pasó factura en la segunda ronda: el cansancio hizo su aparición y se empezaron a firmar empates huyendo de entrar en finales largos. Las partidas que se deciden cuando aprieta el reloj suponen un gran desgaste mental debido a la tensión que se acumula, no se puede analizar la posición de forma rigurosa y cada movimiento supone adentrarse en lo desconocido esperando alguna sorpresa desagradable que el rival haya preparado. Esta ronda marcó el devenir del torneo, ya que el equipo Cajasur, que había descansado en la ronda inaugural, logró vencer por 6-0 al UNNIM Empleats, abultado resultado que convirtió a este equipo en el principal favorito. La partida más destacable del torneo, al menos a nivel táctico, se jugó en esta ronda y fue la disputada entre Agustín Benavente (Cajasur) y Carlos Santos (UNNIM). Fue Carlos quien decidió pasar al ataque con una entrega de calidad que dejó maltrecho el enroque de su rival y que parecía dar interesantes opciones de ataque, aunque la maniobra se demoró demasiado y Agustín pudo montar un fuerte contraataque devolviendo la calidad y consiguiendo arrinconar al rey negro, creando una red de mate imparable: Ver partida.

Como dato curioso, me llamó la atención que varios participantes utilizasen la notación descriptiva para anotar sus partidas, sistema muy usado hasta los años 90 que resulta bastante complicado en comparación con la notación algebraica, que es el más extendido y recomendado por la FIDE. Supongo que se trate de una cuestión de costumbres.

La tercera ronda supuso un frenazo a las aspiraciones de CCM, que tras haber logrado dos victorias sucumbió con claridad ante Caja Granada por 4'5-1'5, notando en exceso los dos cambios realizados en su alineación. BBK conseguía controlar a Cajasur logrando un empate, que bien podría haber sido una victoria ya que Manuel Cabrera (Cajasur) logró el triunfo en una final donde la ventaja era para su rival, impidiendo que se distanciasen definitivamente en la clasificación.

Caja Granada consiguió dar emoción al tramo final del campeonato tras lograr vencer a Cajasur por 3'5-2'5 en la cuarta ronda y reducir de este modo la ventaja que tenía el primer clasificado. BBK cerraba su participación en el torneo (ya que es el equipo que debía descansar en la ronda final) con un contundente triunfo ante UNNIM, aunque sus opciones de ganar el torneo requerían de una acrobática carambola en los resultados de la última ronda, y aun produciéndose deberían esperar al cálculo de desempates para saber si podían auparse a la primera posición.

Caja Granada - UNNIM, tableros 1 y 2. Última ronda

En la última ronda Cajasur lo tenía todo a su favor, aunque siempre mirando de reojo lo que pudiese hacer Caja Granada, que estaba a sólo un punto en la clasificación. CCM todavía tenía opciones, aunque para ello tenía que derrotar abultadamente al líder y esperar que Caja Granada también fallase ante el colista. Evidentemente, Caja Granada y CCM trataron de apurar sus opciones y sus jugadores salieron a apretar en todas las partidas, incluso tratando de exprimir posiciones igualadas. En el ajedrez todo es posible y nunca hay que dar nada por sentado, y para cumplir esta norma las victorias empezaron a caer del lado de Caja Granada... aunque también del lado de Cajasur, haciendo que los nervios fuesen en aumento en cada tablero que quedaba en juego. El desenlace no pudo ser más emocionante, Cajasur había finalizado todas sus partidas cediendo dos tablas y una derrota, mientras dos tableros de Caja Granada seguían en plena batalla sabiendo que sólo les servía la victoria. Primero llegó un triunfo, por lo que todo la atención se trasladó al último tablero (el primero en orden) donde se empezaron a realizar movimientos a toda velocidad... al final el triunfo recayó en José Moreno del Caja Granada, por lo que su equipo consiguió igualar a Cajasur en la tabla, lo que obligó a recurrir al desempate. El primer criterio de desempate era el Sonnenborn Berger por equipos, un sistema que penaliza las victorias logradas ante los últimos clasificados. Como Cajasur había logrado un 6-0 ante el colista, ese resultado, que en principio parecía decisivo, les penalizó fuertemente en el desempate. Finalmente Caja Granada logró 160.00 puntos en el Sonnen por 150.25 de Cajasur, por lo que se convertían en los ganadores finales del campeonato tras firmar una bella remontada llena de emoción.

El colofón al día llegó con una comida que contó con todos los participantes y sus familiares, tras la cual se entregaron los premios y varios obsequios para todos los participantes y los árbitros, ceremonia que concluyó con la actuación del Mago Albert, que divirtió a la concurrencia con sus vistosos trucos. El objetivo de la organización se cumplió ampliamente: se pudo disfrutar jugando al ajedrez y conociendo una nueva y bella ciudad, todo ello perfectamente organizado hasta el detalle, lo que demuestra que detrás hubo un trabajo concienzudo y bien hecho.

Javier Cordero Fernández